Cuando no hay ninguna alteración física, hormonal o espermática, cuando no ha habido ningún tratamiento previo, la sospecha de infertilidad es reciente y la mujer tiene, preferentemente, alrededor de los 25 años, el coito programado puede ser una opción de tratamiento. Por lo tanto, es una de las técnicas menos indicadas, a causa también, su bajo porcentaje de éxito (10-15%) menor a la inseminación artificial.
El coito programado consiste en sincronizar la ovulación, con las relaciones sexuales, para aumentar la probabilidad de que el óvulo y los espermatozoides se encuentren en las 24 horas que el óvulo permanece vivo fuera del folículo. Puede ser con o sin medicamento hormonal, pero lo importante es el seguimiento por ecografía, del momento de la ovulación para coordinar el coito.
La inseminación intrauterina, es indicada para mujeres menores de 35 años, con pareja masculina con factor alterado leve, con las trompas permeables, con menos de 7 años de padecimiento de infertilidad y para el aquellas parejas con factor desconocido en el diagnóstico de la infertilidad. A manera de protocolo, una misma pareja no debería hacer más de 4 tratamientos de inseminación Intrauterina.
Inseminación Intrauterina para parejas lesbomaternales
Aunque las parejas lesbomaternales no deben considerarse con problemas de fertilidad, deberán ser diagnosticadas como cualquier otra mujer que necesita un tratamiento especializado para buscar el embarazo.
La inseminación Intrauterina consta de 3 fases:
Este es el mismo procedimiento que se realiza en el caso de parejas heterosexuales, parejas lesbomaternales o mujeres solteras. El porcentaje de éxito general reportado en la literatura, para un ciclo de estimulación, es de 25%, lo cual es el doble de un ciclo natural, en una pareja sin problemas de infertilidad.